Abrir los ojos lentamente y ver que tenías miles de cables conectados en tu cuerpo, no te podías mover, ya que estabas atado a la cama, estas tan mareado que ni siquiera puedes ver claramente donde estas, estas como atontado por las drogas que tienes en tu cuerpo, ya que no sientes nada, no sientes desde los dedos de los pies hasta tu cabeza.
Solo
podrías entre mareos y en lo borroso de tu visión, dos grandes bultos en tu
pecho, que tenían un semi movimiento con tu respiración. Que tenía cierto peso
y te oprimen el pecho.
Hasta que
cerraste los ojos y lentamente te quedaste dormido, sin saber lo que había
pasado, solo un recuerdo pasaba por tu cabeza, era que estabas paseando por la
calle y algo o alguien te ataco, una persona encapuchada y que te clavo algo en
el cuello, haciendo que te quedaras profundamente, que olvidaras el mundo.
Al abrir
los ojos sentiste algo extraño, de los tubos que tenías por todo el cuerpo
salía un líquido, un líquido blanco, un líquido rojo, mientras que otro liquido
más espeso entraba por otros tubos, al entrar sentías como tu cuerpo se
hinchaba, por primera vez sentías como tu rostro estaba totalmente vendado, no sabía
que escondía. Esas dos grandes bolas encima de tu pecho, esas bolas que te
oprimían el pecho, esas dos bolas tan redondas parecía que tenían unos pezones,
pero no le distes mucha importancia.
Posiblemente
estuvieras tan drogado que todo te daba igual.
Hasta que
abres los ojos y ves alguien frente de ti, una silueta que se mueve a tu lado,
manipulando, abriendo tu cuerpo.
La mujer
se acercó a ella, no podías ver su rostro tapado con una mascarilla, pero
podías ver que su pelo era rubio, en sus manos tenía un bisturí y comenzó a
recortar algo en tu entrepierna, sacando algo ensangrentado y lo dejo caer en
un cubo de basura, al darse cuenta que estabas despierto, volvió a meterle más
drogas para dormirla:
-Sigue
durmiendo….
Un sonido
y sintió como su cama se fue levantando lentamente, poniéndote en pie, pero
inmóvil ya que estaba atada con cuerdas, atontado miras a tu alrededor
sintiendo como tu rostro estaba tapado con vendas, dejando al aire tus ojos y
tus labios.
Tus ojos
comenzaron vagamente a mirar a su alrededor y se pararon en tus manos que
también estaban vendadas, también esas enormes masas de carne que tenía en tu pecho
estaban vendadas, que al ponerte en pie con la cama cayeron con su propio peso.
Intentabas sentir tus dedos y te distes cuenta que eran más finos y frágiles,
que tenías las uñas más largas, intentabas mover tus piernas que las sentías más
débiles y finas.
La mujer que te estaba tratando entro en la sala y sonrió al ver que estabas animado, cogió una Jeringuilla y se acercó a ti, con sus guantes de látex, comenzó a tocar tus labios, apretándolos, estirándolos, hasta que en el labio superior le inyecto una extraña sustancia, después tu labio superior comenzó a hincharse lentamente. La doctora sonrió y al ver que estaba tan hinchado como un Frankfurt, perforo con la jeringuilla el labio inferior y nuevamente comenzó a hincharse, haciendo que tus labios fueran mas complicados de moverlos.
La mujer
sonrió y llevo sus manos a las bolas que colgaban de tu pecho y las presiono
moviéndolas, levantándolo para dejar que cayeran por su propio peso, haciendo
que sintieras como se estiraba la piel de tu pecho, lo hacía para saber si
estaban bien, que no tuvieran ninguna tara:
-Estupendo
la silicona ha entrado perfectamente, que buenas sandias tienes amiguita….
Se quedo
pensativa por unos segundos la doctora y observo tus nuevos pezones y los pellizco,
los retorció hasta que se pusieron muy duros, miro tus ojos y sonrió al ver
como se reflejaban la sensibilidad.
-La
silicona tiene por dentro litros de lecha materna, que siempre esta generando
litros y litros, para que los tengas cargados, los tenga hinchados.
Cuando abriste los ojos, sentiste por primera vez que no estabas tan drogada y sentías todo tu cuerpo, te sentías dolorido ya que tu cuerpo estaba lleno de cicatrices, estaba hinchado por kilos de silicona y frente de ti estaba la mujer que te tenia controlada.
Aquella
mujer con el rostro tapado con la mascarilla sonrió al ver que despertabas,
paso por tu cara unas tijeras:
-¿Preparada?
Te voy a sacar las vendas….
Las
tijeras pasaron por las vendas de tu rostro y dejo que pudieras respirar, tus
ojos miraron para todos lados y vio esos pómulos tan marcados, esos labios tan
apretados y como caía tu pelo rubio. La doctora acaricio tu rostro, apretándolos
con sus manos, viendo que no había ningún escape.
Paso las
tijeras por tus bolas, redondas y grandes, apretadas con vendas y comenzó a
cortarlas, haciendo que votaran sin cesar y descubriste uniendo todas las
piezas que eran tetas, grandes y enormes tetas:
-¿Qué,
que eta paando ahí, onde etoy?- Era lo único que podrías decir con los labios
tan apretados.
La
doctora sonrió al escucharte sonrió, se notaba en su rostro, en sus ojos que
estaba sonriendo:
-Bueno
cariño ya te acostumbraras y aprenderás hablar, con esos labios.
Sus
tijeras pasaron por sus brazos, liberando sus leves músculos, dejando que
respirara tus nuevas y finas manos, con largas uñas. Las tijeras pasaron por
tus nuevas y amplias caderas, que al caer las vendas se pudo ver tu nuevo coño.
La
doctora se puso en uno de sus guantes de látex un poco de lubricante y con sus
dedos te penetro, tu cierras los ojos con fuerza, con placer al sentir como
eres penetrado, como juega en tu húmeda cueva para saber que estaba todo en su
sitio, hasta golpear, hasta acariciar, hasta tirar tu nuevo clítoris.
Las
tijeras de la doctora te libero de tus vendas, sientes un gran placer al sentir
el fresco de ser liberada, liberada de tus ataduras e intentas moverte, pero
sientes que tu cuerpo es muy débil para moverse, llevabas mucho tiempo en la
cama.
La doctora sonrió mirándote a los ojos:
-Seguro
que tendrás muchas preguntas y seguro que se por donde quieres empezar ¿Por qué
tu? -Ella cogió un espejo y te lo llevo al rostro para que vieras como eras a
hora-Te gusta, cogí apuntes de una actriz porno.
Te llevas
las manos al rostro sorprendida:
-¿Zoy
Nikki Ben?
La
doctora sonrió al escucharte:
-Cogí las
medidas, cogí cada centímetro de su cuerpo para créate, eres Nikki Benz……
Al
escuchar aquello distes un paso hacia delante y sentiste que no tenias fuerzas
en tus piernas, que el peso de tus pechos hacia que te fueras hacia delante,
pero la doctora te cogió y te miro a los ojos:
-A hora
toca que aprendas andar…Tienes que hacer tantas cosas para mí.
Después
de aquel día, la doctora comenzó a enseñarte andar, a hablar, a usar tu nuevo
sexo, poco a poco comenzabas a tener mentalidad de lo que estaba pasando en
aquel lugar. Mientras te movías con dificultar apoyada en varias barras,
moviendo tus nuevas piernas, ella frente a ti te iba contando sus proyectos
contigo:
-Tu
nombre de cuando eras un chico era Jacob y tenias 34 años, eras un tío muy
gordo y fracasado, un freak fracasado, con gafas y granos en la cara, yo vi en
ti mucho material para sacar y usar para tu nuevo cuerpo femenino, puedes hacer
lo que yo quiera o puedes hacerlo a la fuerza cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario