Melinda Robertson, una atractiva chica rubia, la chica mas popular y prepotente del instituto, podía hacer lo que quería ya que tenia un cuerpo espectacular para tener 16 años, siempre acompañada por sus dos amigas Sandra y Linda, que parecían dos clones de la líder del grupo, tan rubias de bote, tan guapas y exuberantes como la líder, aunque se decía que una de ellas se había operado para tener un cuerpo tan perfecto como Melinda.
Melinda
estaba pensativa paseando por su cuarto, en ropa interior con su cuerpo
perfecto y sensual, se paro frente a su ordenador portátil encima de la cama y
le hizo una video llamada a sus amigas, que se conectaron al ver la llamada de
la líder:
-Hola
chicas, tengo el libro y esta noche quedaremos con Berta para hacer que se crea
que le aceptamos en el grupo, os dejo que tenga un directo con mis seguidores,
todos quieren ver este cuerpo perfecto………………
Melinda
cerro la llamada y ajusto su webcam, comenzó el directo que todo el mundo
deseaba ver, todos los chicos del instituto querían ver ese perfecto cuerpo de
la chica mas popular del instituto, que, al aparecer así en internet, se tomaba
así misma como mas perfecta y mas inalcanzable.
Eduardo
era uno de los 200 seguidores de la perfecta reina del instituto, así al poder
verla podía fantasear al verla, la deseaba tanto, era tan perfecta, tan
deseable. Sonreía al ver como ese sujetador apretaba sus perfectos senos, hasta
despertó algo de su entre pierna.
Hasta que
recibió un mensaje de Tony su mejor amigo “Edu, mañana quedada en casa de José,
Melinda y sus amigas ban hacer una fiesta de pijamas en su casa con su hermana
¿Te apuntas?”
Eduardo
no tardo en contestarle, podría tener a la princesa del instituto frente a él,
había fantaseado a tope con todo aquello “Claro tío, me apunto”
Tras
terminar el directo la popular chica rubia rebusco en su librería y encontró un
libro, el libro que le regalaron hace unos años, el libro de los secretos
femeninos, el que le dio toda la popularidad que tenia a hora, el que le dio la
belleza irresistible que tenía.
Cogió con
fuerza el libro y se lo pego contra el pecho, se lo llevaría a la fiesta de
pijamas, para que Berta se crea que es aceptada en su grupo selecto de amigas.
Eduardo se
pego una larga ducha y se afeito, se perfumo y se puso su camiseta favorita,
todo fuera por ver a Melinda y poder estar tan cerca de ella, la quería tanto,
quien pudiera ser su novio, quien pudiera estar tan dentro de ella, quien
pudiera estar en su grupo de amigos.
Picaron a
su puerta y Eduardo no tardo ni siquiera tres minutos en salir de casa, cuando vio
a Tony los dos chicos se dieron la mano, pocas veces podían disfrutar de una
noche como aquella:
-Eduardo
ya sabes llegaremos por sorpresa a casa de José y pasaremos con su hermana,
Melinda y sus amigas la noche, lo mejor es que estará Sandra….
Eduardo
sonrió al escucharle:
-Ja, no
sabes que ella se puso silicona para tener los pechos tan grandes como Melinda
y creo que también se operó los labios….
Su amigo
negó con la cabeza:
-Pues a
mí me encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario