Amor, chicas y motos Cap 21

Esta le miro sonriendo:

-Estas dos se están corriendo como una fuente, la próxima quiero ser yo.

Después de un par de meses Raul ya estaba libre de vendas, casi no se notaba las marcas en su cuerpo, estaba en bikini luciendo su cuerpo femenino juvenil en el jardín, sentada en una Hamaca con un zumo, con unas gafas de sol y escuchando música. Estaba disfrutando al comenzar de cero, con ese nuevo cuerpo juvenil podía comenzar de cero.

Mientras que delante de ella estaban las musculadas y sudadas mujeres levantando pesas, Emma, Millie y Miley estaban entregadas en aumentar su musculatura. Eso era un espectáculo que hacía que ella se calentara más que el sol que acariciaba su cuerpo.

Millie sonrió mirando a su clon y Emma dejo caer su pesa, estaba seguro de que le faltaba algo, miro su reloj y suspiro ya que estaban a media hora de cerrar las tiendas. Miro a Millie y cogió una toalla y le lanzo la suya a su amiga:

-Millie, vamos a comprar, quédate, Miley, cuidando la casa y cuidando a la niña......

Cuando sus amigas se fueron a duchar, se cambiaron poniéndose sus ropas de moteras, Miley se relamia al ver a Raul escuchando tranquilamente algo de música, estaba pensando en cómo estrujaría ese cuerpecito.

Millie salió con su chaquetilla tejana, sin mangas para mostrar sus fuertes brazos, sin camiseta ni sujetador, para que se pudieran ver sus abdominales tan duros como el acero y la poca tela tejana tapaba sus grandes senos. Emma salió vestida igual que su compañera.

La jovencita trago saliva mientras veía a su creación disfrutar del relax de tomar el sol en el jardín, miro a Miley y le cogió del musculoso brazo:

-Por favor no le hagas daño, si le apresta un poco a saber por donde le sale la silicona, porque no te tomas un te y te relajas un poco, una ducha fría....

Raul suspiro al ver que su querido sol era ocultado por una nube, una de esas veces que podía salir de su habitación, con sus heridas curadas, cuasi inexistentes y cuando quiere ponerse morena, tostar su nuevo cuerpo tiene que nublarse.

Se quito las gafas de sol y vio frente a ella quien era la culpable de todo, Miley, la gran e inmensa mujer musculosa estaba entre ella y su querido sol que quería aprovechar, eso hizo que tragara saliva:

- ¿Miley que quieres?