Ya pasaron algunos meses y ya con tu nuevo cuerpo de Nikki aprendiste andar, sabias manejarte con esas piernas, con el peso de tus grandes pechos y sobre todo podías comer con esos labios tan hinchados, ya formaba parte de ti. Todo en esa pequeña habitación donde vivimos en el sótano.
Estabas
pensando en tu vida, estabas pensando en lo que habías hecho durante años y
como esa transformación era un nuevo comienzo para ti.
Sobre
todo era un nuevo comienzo sexual, por que lo que te pidió la doctora es que
probaras y disfrutaras de tu nueva vagina, hasta de tu nuevo culo, penetrando
tu ano, con un varios consoladores, uno mas grande que otro día a día.
Se abrio
la puerta y apareció frente a ti la doctora, la doctora que había cambiado toda
tu vida, se acerco a ti que estabas tumbada en la cama:
-¿Preparada?
Negaste
con la cabeza:
-¿Para
que?
No hay comentarios:
Publicar un comentario