La jovencita respiro con calma, mirando la oscuridad, mirando la única iluminación que tenia gracias al fuego de la hoguera, sintiendo como su cuerpo se iba calentando poco a poco.
Negó con
la cabeza y desabrocho sus pantalones y se los bajo, lamio sus dedos y se metió
los dedos bajo las braguitas, mientras cerraba los ojos soñaba que un hombre
musculado y de un gran miembro viril se la follaba.
Se mordió
el labio inferior y se dejo llevar por el placer:
-Dale
fuerte a mami….
Al llegar
al orgasmo se dejó llevar y sintió como su cuerpo se derritiera ya que sus músculos
se relajaban al tensionarse al masturbarse, con una sonrisa pasota miro a su
alrededor y lamio los dedos que había usado para masturbarse.
Sintió un
escalofrío por todo su cuerpo al escuchar como la improvisada alarma comenzó a
sonar, eso hizo que se abrochara los pantalones y se levantara de golpe.
Vio como salía
Raul del refugio, ella corrió hacia su lado, necesitaba estar protegida, aun
teniendo su entre pierna mojada todavía. El hombre le miro a los ojos:
-¿Estas bien?
Erica trago
saliva al escucharle:
-Claro,
claro.
El hombre tenia entre sus manos su escopeta y tras de el iba la jovencita, de golpe apareció esos tentáculos con esas capsulas plateadas, el hombre le disparo dándole a uno de los tentáculos, haciendo que uno de ellos le diera un latigazo y tirando al suelo a Erica y atrapando a Raul.
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