Estaba esperándola en la rambla Cataluña, no dejaba de pensar que le diría a Melinda. Le vio venir a varios metros, el chico le saludo tímidamente, al llegar a su altura la chica gótica se paró frente a él y le miro con una tierna sonrisa de labios pintados de negro.
-Hola Lucas....
El chico le miro tímidamente a los ojos, esos ojos eran
preciosos, esos ojos verdes tras esas gafas, creía que se estaba enamorando
lentamente de ella.
-Hola....
La chica gótica le miro a los ojos con una tímida sonrisa en
sus finos labios, tenía muchos planes para aquella noche:
- ¿Tienes hambre?
El chico miro a su alrededor y asintió con la cabeza:
-Creo que por aquí podemos comer un Kebab, que....
La chica negó con la cabeza y paso su brazo por el brazo de
su acompañante:
-No, no tú me salvaste y te llevare algún sitio mejor.
Él se dejó llevar por la chica por la rambla, seguía
desprendiendo ese olor tan delicioso, ese perfume olía tan bien, algo que le
llenaba las fosas nasales, era extraño que supiera donde ir a cenar si había
llegado hace poco a Barcelona:
-¿Melinda, me dijiste que haces poco que has llegado a
Barcelona, como sabes dónde ir a cenar?
La chica sonrió:
-Vivo con mi padre, estamos viajando por toda España, es la
segunda vez que estamos en Barcelona, hasta que le den un puesto fijo en algún
sitio, me pase medio año en el país vasco "ondo pasa dezagun"
......
Estaban a punto de llegar aquel restaurante "La cereza
de oro" con luces doradas, desde luego parecía bastante caro, seguro que
le dolería pagar una cerveza, Melinda le miro y sonrió, ya que podría adivinar
lo que estaba pensando:
-Tranquilo yo te invito, te quiero invitar.
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