Al llegar al pueblo pudo ver un pequeño motel, vio con cierta alegría que había alguien saliendo de una de las habitaciones, dentro de tanto dolor de cicatrices y su piel estirada tapada por las vendas.
El se aferro a esa persona, una mujer de unos treinta años,
pelo rubio y bastante exuberante, con ropa bastante estrecha para las medidas
que gastaba, con una falda muy corta, medias de rejilla y zapatos de tacones de
aguja, lo más seguro que era una prostituta que había hecho un trabajo en aquel
motel y se disponía a volver a su casa..
Raul le cogió de la mano y le miro a los ojos:
-Llame a la policía Raul sigue vivo....
La mujer se quedo sorprendida al ver ese ser vendado, a
punto de gritar, pero el ser andrógino, fibrado, extremadamente delgado, se
puso nervioso al ver como Millie le había visto y salió corriendo.
Pero cuando estaba a un metro de la mujer, le volvió a
decir:
-Llame a la policía, por favor.
Sin saber como lo hizo, seria por su nueva agilidad ella
pudo saltar la verja del motel, la que conducía a la piscina y comenzó a
recorrerla buscando una salida. Hasta que se dio cuenta que el agua estaba muy
limpia y parecía un espejo, sintió como se vio reflejado, reflejado su nuevo
cuerpo vendado.
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