Miras a la doctora con rabia, con ira por el cambio que sufriste de tu cuerpo, hinchado de silicona, algo que nunca pediste y con odio intentaste pronunciar las palabras que querías que ella escuchara. Mientras le temblaban las piernas y le temblaban las piernas sin cesar:
-No
tenias derecho en transformarme en esta mujer……-Le gritas con odio.
Te miro a
los ojos con una sonrisa en los labios, te cogió con fuerza el rostro y te miro
a los ojos, observando tu nuevo rostro que ella había trabajado con tanto mimo:
-Chico
sin trabajo, sin vida y sin futuro, deja que te proteja, te de dinero y que
valgas para algo.
Le miras
con tu mirada en el suelo, ella tenias razón, no tenias un futuro, no tenias
nada por que luchar:
- ¿Qué
quieres que haga?
La
doctora sonrió mirándote a los ojos, tenia una larga lista de cosas para que
hicieras, tenias un gran futuro entre sus manos:
-Deja que
te guie, serás una estrella, serás la mejor y ganare mucho dinero.
Al decir
aquello, fue la primera vez que pudiste ver el rostro de tu enfermera, una gran
belleza, apartada de lo exuberante y de las medidas imposibles que tenías a
hora:
-¿Por
dónde tenemos que empezar?
La
doctora asintió con la cabeza:
-Primero
aprende andar no quiero hacer nada con una lisiada, tenemos mucho trabajo por
delante.
Ya
pasaron algunos meses y ya con tu nuevo cuerpo de Nikki aprendiste andar,
sabias manejarte con esas piernas, con el peso de tus grandes pechos y sobre
todo podías comer con esos labios tan hinchados, ya formaba parte de ti. Todo
en esa pequeña habitación donde vivimos en el sótano.
Estabas pensando en tu vida, estabas pensando en lo que habías hecho durante años y como esa transformación era un nuevo comienzo para ti.
Sobre todo,
era un nuevo comienzo sexual, por que lo que te pidió la doctora es que
probaras y disfrutaras de tu nueva vagina, hasta de tu nuevo culo, penetrando
tu ano, con varios consoladores, uno mas grande que otro día a día.
Se abrió
la puerta y apareció frente a ti la doctora, la doctora que había cambiado toda
tu vida, se acerco a ti que estabas tumbada en la cama:
-¿Preparada?
Negaste
con la cabeza:
-¿Para qué?
La
doctora sonrió al escuchar aquello, de su espalda saco una cámara de fotos, se relamió
sus labios solo esperando ver las posturas más eróticas de Nikki:
-Me
puedes llamar Brie y seré a hora tu ama, a hora comienza a poner poses y
mostrar tu cuerpo desnudo para la cámara, hay que subir muchas fotos a tu web.
Con tu
increíble cuerpo asentistas con la cabeza y comenzaste a posar para ella, tu
creadora, poniendo poses para lucir tu perfecto cuerpo, de grandes tetas, un
cuerpo vicioso para el sexo, ya lo habías recorrido mas de una vez y lo sabias.
Cada
postura hacia que Brie pusiera muecas de enfado, negaba con la cabeza y
esperaba que la próxima postura, próxima foto fuera mejor, pero no o conseguía.
Tu
estabas a su servicio, pero eras muy fría, no sabias como comportarte y menos
tan sexy.
La
doctora llamada Brie con un cuerpo menos voluptuoso, algo más atlético que el
tuyo, tiro encima de la cama la cámara y se acerco a ti, saco del bolsillo una
jeringa y te miro a los ojos mientras te la clavaba en el brazo:
-déjame
que te de una razón para ser una bomba sexual….
No hay comentarios:
Publicar un comentario