Esther
comenzó a andar por el largo pasillo, los chicos se quedaron mirando a la
perfecta y operada diosa, después del instituto seguro que comenzara a ser una
modelo, posiblemente internacional, con ese cuerpo, con esas pedazos de tetas y
a saber lo que era natural.
Como
siempre se cruzo con su archienemiga Sarah, cada una con su sequito y se
miraron a los ojos con una pérfida sonrisa:
-¿Sarah
preparada para apuntarte? Espero que esta vez no me robes la corona….
Sarah asintió
con la cabeza:
-Espero
que sepas de una vez perder ¿Espera hay algo de tu cuerpo que no este operado,
por que esa 120 de tetas, son muchos kilos de silicona?
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